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viernes, 27 de febrero de 2015

Aprendiendo a manejar mi estrés

Por: Emilia Estrada Feria
Psicóloga clínica en Vlinder Center




¿Qué es el estrés?
El estrés se puede explicar como una reacción psicofisiológica (mente-cuerpo) que despierta fatiga en la mente y en el cuerpo a tal grado que genera un mal funcionamiento y daños corporales. Un estímulo estresor es entendido como cualquier condición o evento que causa una respuesta de estrés, la cual esta relacionada con cualquier tipo de componente en la vida, es decir, físico, emocional, intelectual, social, económico o espiritual.
El estrés se considera como aquella respuesta del organismo ante la identificación de condiciones adversas o amenazantes (internas o externas) contra la homeostasis. El estrés implica la activación en exceso de varios sistemas, principalmente del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, y la consiguiente liberación de la Hormona Liberadora de la Corticotropina en el hipotálamo, su acción sobre la hipófisis y la segregación de la Hormona Adenocorticotrópica (ACTH), que ejerce efecto por vía sanguínea sobre las glándulas adrenales, consiguiendo la liberación de las hormonas corticoesteroideas, ya sean glucocorticoides (GC), mineralocorticoides (MC), u hormonas sexuales, que tendrán un efecto sistémico  que puede producir cambios a largo plazo.

¿Cual es la función de el estrés?
En el funcionamiento humano, el estrés es la respuesta orgánica ante el medio ambiente donde existe una continua reconstrucción de presiones internas y de tensiones musculares, si estas son prolongadas, seguramente causarán daños en el organismo. El cuerpo se va preparando a través de un mecanismo fisiológico que se esfuerza para protegerlo. El estrés es un mecanismo de defensa natural que ha permitido sobrevivir a nuestra especie, el cual consiste en diseñar respuestas físicas, que protegen nuestras vidas. El ser humano requiere del estrés ya que  permite regular la capacidad para responder.
Los estresores se manifiestan diariamente, dado que son parte de la vida. Así, cuando el cuerpo responde y se adapta el estrés se convierte en positivo y saludable.



Entonces ¿en qué momento el estrés afecta a mi salud?
El estrés prolongado puede fatigar o dañar al cuerpo hasta el punto de un mal funcionamiento, por lo tanto, puede ser pensado como un daño, un síntoma o una disfunción. Hablamos de dos tipos de estrés, el estrés positivo que es aquel que modificamos de acuerdo a nuestras propias necesidades y así, incrementa nuestros mecanismos de adaptación. Por otro lado el estrés negativo, al superar la habilidad para enfrentar presiones, causa problemas físicos y de conducta.  El distrés es el término que se le da al estrés negativo, este es dañino, produce reacciones contraproducentes en el organismo, confusión, dificultad para la concentración y ansiedad, dando como resultado una escasa ejecución de nuestras actividades, por lo que un individuo con este tipo de estrés no puede enfrentarse a la vida competentemente, si además es prolongado y no controlado el organismo comenzará a enfermar.

La solución al estrés
El tratamiento del distrés tiene como objetivo principal  que la persona aprenda a manejar el estrés. Este consiste en adquirir las habilidades para identificar, prevenir, reducir, controlar las tensiones (que generan estrés) enfrentándose de manera competente con el estímulo estresor.
La relajación puede usarse como un medio para enseñar a las personas a que estén atentos a las tensiones corporales que usualmente acompañan al estrés. Las técnicas varían, sin embargo, la mayoría se centran en la relajación progresiva de los músculos para ayudar al reconocimiento de tensión y que esta no se incremente. También se puede instruir a que imagine un escenario relajante. Parte de las instrucciones es ir sintiendo como la tensión se va de los diferentes grupos musculares y se focalice en la respiración. La meta sería manejar el estrés adecuadamente o de acuerdo con nuestra forma de vida. Estas habilidades y tècnicas son el principio del entrenamiento psicológico que brindamos en vlinder center, le enseñamos a los invitados a identificar cuales son sus estímulos estresores y como aprender controlar el estrés que se deriva de estos.

Se tienen las creencias que él estrès se puede controlar reaccionando de forma positiva ante la vida, poner lìmites, descansar, (¿pero cómo, de qué manera, qué necesito para poder realizar eso?) Por medio de la alternativa natural ya sean tès, infusiones, hierbas, licuados como la pasiflora, hierba de san juan, etc. Realizar ejercicio, tomar, fumar, tener sexo, etc. tambièn es una forma comùn de creencia para reducir el estrès.  Si bien es cierto alguna de estas prácticas nos han producido algùn tipo de relajaciòn momentánea, pero la realidad es que un tratamiento psicológico esta conducido a permitir controlar el estrés en diferentes situaciones porque así “aprenderá” de acuerdo a sus necesidades específicas a identificar y controlar el estrès de cualquier tipo (laboral, escolar, familiar, etc).


Referencias

Albert M., Monika F. Voluntary physical activity prevents stress-induced behavioral depression and anti-KLH antibody suppression. Journal Phys. Regul. Integr. Comp. Psysiol. 2001; 281: 484-489.

Carlos Héctor Dorantes Rodriguez, Graciela Lorena Matus Garcia. El estrés y la ciudad. Revista del centro de Investigación. 2002; 5: 71-77.

Emilia Estrada. Propuesta de intervención psicológica en el diagnóstico de depresión en pacientes con cáncer de mama (CaMa). Los Reyes Iztacala Edo. México: Tesis UNAM; 2013.

María Cristina Pinto-Dussán Oscar Mauricio Aguilar-Mejía Juan Daniel Gómez-Rojas. Estrés psicológico materno como posible factor de riesgo prenatal para el desarrollo de dificultades cognoscitivas: caracterización neuropsicológica de una muestra colombiana. Universitas Psychol. 2010; 3: 749-753.

Paul M. Muchinsky. Emotions in the workplace: the neglect of organizational behavior. Journal of Organizational Behavior. 2000; 21: 801-805.

Sanjeev Kumar, J. P. Bhukar. Stress level and coping strategies of college students. Journal of Physical Education and Sports Management. 2013; 4: 5-11.

domingo, 8 de febrero de 2015

Análisis Biomecánico de la Carrera Episodio I: Más allá de los pies y del calzado


Alejandro Lucero Treviño





El incremento en la popularidad de las carreras atléticas en años recientes ha permitido a los entusiastas del atletismo de fondo acceder a tecnologías y evaluaciones antes exclusivas para los elitarios, una de ellas es el análisis de la carrera, en las “expos” de las carreras o en tiendas especializadas es posible realizarse un estudio con uno u otro tipo de equipo para determinar el tipo de pisada o pies y adquirir en consecuencia el calzado que teóricamente, será el más adecuado para cada persona. Sin embargo, cualquiera puede deducir que la técnica de la carrera va más allá de los pies, involucra movimientos y participación de huesos, ligamentos, músculos y tendones de las extremidades, de la pelvis, la cadera, el tronco y los brazos, es decir, corremos con todo el cuerpo no solo con las piernas.

Muchas personas pueden pensar que correr es algo natural, algo innato que “no tiene que aprenderse”, esta perspectiva del atletismo de fondo mantiene a muchas personas entrenando como hace 50 años: acumulando kilómetros y repeticiones, tratando de pasar los intervalos cada vez más rápido etc. Esta aproximación a la preparación en el atletismo se ha relacionado científicamente con la gran cantidad de corredores lesionados (4 de cada 10); por lo tanto, valdría la pena pensar si el trabajo duro es la única cosa que existe para mejorar (que levante la mano quién no le gustaría correr más rápido!!!). Aquí es donde las mejoras técnicas tienen un impacto positivo en el rendimiento, un análisis completo de la manera en que se corre se puede convertir en una herramienta para mejorar nuestras marcas (haciéndonos más eficientes) y también para identificar y mejorar los factores de riesgo de lesión en el corredor.

No estoy queriendo decir que no se necesita entrenar mucho ni con intensidad, sino que hay que poner la suficiente dedicación a la técnica, no olvidarla, entrenarla en cada oportunidad, pues su mejora es prácticamente ilimitada, y a la larga (este asunto no es magia) traerá beneficios objetivos en nuestro desempeño atlético y en nuestra salud. El punto de partida para ser corredores más eficientes y saludables puede ser una evaluación de la manera en que corremos, nos permitirá conocer aspectos imperceptibles a simple vista, trascendentales en cada paso y una guía para realizar cambios que muchas veces son simples.



Todo lo anterior suena muy bien, pero para que una evaluación biomecánica de la carrera traiga beneficios al atleta  es necesario que se combinen algunas cosas:
  1. Equipamiento suficiente: banda sin fin, cámaras de alta velocidad, software, dinamómetros etc. que en la actualidad son menos costosos y con interfaces más amigables.
  2. Estandarización de la evaluación, es decir, que la prueba se pueda repetir exactamente igual, para identificar cambios muy pequeños con un margen de error bajo. Esta es una de las cosas más difíciles de lograr en un laboratorio de desempeño.
  3. Expertitud del personal de evaluación en aspectos clínicos, biomecánicos, de entrenamiento y de ejercicios de la técnica del atletismo (esta sí que es la más difícil!!).
  4. Un reporte conciso, en lenguaje claro (no médico o peor aún, matemático!!!) con el cual el atleta y su entrenador puedan entender cuales son los aspectos más importantes a mejorar.
  5. Recomendaciones claras acerca del equipamiento, ejercicios para aminorar factores de riesgo y  los pasos a seguir para lograr los cambios en la técnica de carrera.
  6. Repetir la evaluación periódicamente para ver el avance y progresar en los ejercicios correctivos.


Continuará...


REFERENCIAS

  • Higginson BK. Methods of Running Gait Analysis Curr Sport Med Rep. 2009 8 (3):136-141.
  • Neenan L. Running gait assessment: looking beyond the foot for performance enhancement in field sports. sportEX dynamics. 2011; 29:19-24.
  • Nicola TL, Jewison DJ. The Anatomy and Biomechanics of Running. Clin Sports Med. 2012 31: 187–201.
  • Vincent HK, Herman DC, Lear-Barnes L et. al. Setting Standards for Medically-Based Running Analysis. Curr Sport Med Rep. 2014 13 (4): 275-283.

“DASH” un estilo diferente de alimentación para personas con Hipertensión Arterial


Por: L.N. Erika A. Campos Díaz




La Hipertensión Arterial (HTA) es uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y falla renal que son importantes causas de mortalidad en México y en el mundo. De acuerdo a estudios realizados en el año 2012 en México, esta enfermedad ha sido caracterizada epidemiológicamente (Encuestas Nacionales de Salud, ENSANUT) en la que se establece que la prevalencia actual es del 31% y es más alta en adultos con obesidad que en adultos con índice de masa corporal (IMC) normal y mayor en adultos con Diabetes Mellitus (DM) en comparación a los que no presentan esta enfermedad. Además es importante mencionar que en la ENSANUT 2012 también se encontró que del 100% de la población que presentó HTA el 47.3% desconocía que la tenía.

Se han identificado como factores que contribuyen a la aparición de HTA, una alta ingesta de sodio, dietas elevadas en grasas saturadas, tabaquismo, sedentarismo, presencia de enfermedades crónicas como obesidad, dislipidemias y diabetes.

La mayoría de la población con HTA que es diagnosticada por un médico (73.6%) recibe tratamiento farmacológico, el resto lleva a cabo un tratamiento no farmacológico y en algunos casos cierto porcentaje de la población no realiza ningún tipo de tratamiento.

Con respecto al tratamiento de la Hipertensión Arterial (HTA), existen medidas farmacológicas y no farmacológicas, muchas veces los tratamientos no farmacológicos llegan a ser reemplazados por el uso de los medicamentos, a pesar de que se ha demostrado ampliamente los beneficios de los cambios en el estilo de vida.

DASH por sus siglas en inglés, “Dietary Approaches to Stop Hypertension” significa Plan Alimenticio contra la Hipertensión; estudio que empezó a desarrollarse en el año de 1993 por el US National Institutes of Health (Una institución sanitaria del gobierno de los Estados Unidos) , en el que se tomaron en cuenta diversos factores relacionados con la hipertensión para poder establecer lo que hoy conocemos como dieta DASH.Se ha comprobado que el uso de la Dieta DASH es una buena opción de tratamiento no farmacológico, que puede reducir o prevenir algún tipo de problema cardiovascular, cáncer y una disminución del riesgo a desarrollar osteoporosis. Este plan de alimentación consta en un consumo elevado de frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa, lo cual lo hace alto en el aporte de calcio, magnesio y potasio (tres minerales que pueden ayudan a bajar la presión arterial). Es bajo en grasa saturada, colesterol y moderado en grasa total, siendo más eficiente cuando se reduce el consumo de sodio. De igual manera este plan de alimentación puede ser de gran ayuda para todas aquellas personas con sobrepeso o algún tipo de obesidad que deseen perder peso.


Por el contrario se ha establecido la relación que tiene una ingesta elevada de proteínas de origen animal y el alto contenido que tienen de grasas saturadas con el aumento de la presión sanguínea.

La alimentación estilo DASH consiste en:
  • Consumir principalmente verduras, frutas y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa.
  • Incluir granos enteros, pescado, pollo, frijoles, semillas  y aceites vegetales.
  • Limitar  el consumo de  sodio, dulces, bebidas azucaradas y carnes rojas

En términos de contenido nutricional, DASH es:
  • Baja en grasas saturadas y grasas trans.
  • Rico en potasio, calcio, magnesio, fibra y proteínas.
  • Limitado consumo de sal (menor de 2 300 mg por día). Observándose que un plan de alimentación que contiene sólo 1 500 mg de sodio por día, reduce significativamente los niveles de presión arterial.

La dieta Mediterránea es muy parecida a la alimentación tipo DASH ya que también se ha demostrado que reduce las cifras de mortalidad  por medio del consumo de frutas, verduras, cereales, papa, leguminosas, frutos secos, aceite de oliva, yogurt, queso, elevado consumo de pescado (Omega 3)  y pollo, un consumo muy limitado de carnes rojas y vino en pequeñas cantidades.
Otros aspectos que pueden emplearse para modificar los niveles de la presión arterial son:
  • Mantener un peso saludable.
  • Actividad Física de tipo aeróbico de 30 a 45 min. 5 veces a la semana.
  • Eliminar hábitos de fumar.
  • Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.

El plan de alimentación DASH se utiliza junto con otros cambios de estilo de vida puede ayudar a prevenir y controlar la presión arterial. Si su presión arterial no es demasiado alta, es posible que pueda controlar por completo cambiando sus hábitos alimenticios, relación con la pérdida de peso si tiene sobrepeso, realizando actividad física de manera regular y limitando el consumo de alcohol. El plan de alimentación DASH también tiene otros beneficios, como la reducción de niveles de colesterol LDL “malo”, que, junto con la reducción de la presión arterial, puede reducir el riesgo de contraer enfermedades del corazón.

En este caso la Dieta DASH es apropiada no sólo para las personas que padecen HTA y desean normalizar sus niveles de presión arterial como ya se ha mencionado sino que también para todas aquellas personas que presenten algún tipo de Diabetes Mellitus y  todas las personas que quieran modificar sus hábitos de alimentación y llevar a cabo un estilo de vida más saludable.



En la actualidad existen una gran variedad de “dietas” que las personas optan por llevar a cabo ya sea para perder peso o por cuestiones de salud, por tal motivo es indispensable que antes de comenzar con alguna de ellas se corrobore que la fuente es fiable, es decir, que la información proporcionada está respaldada científicamente. Por otro lado es recomendable que antes de realizar alguna modificación en tu alimentación lo consultes con algún nutriólogo, quien podrá ayudarte no sólo en proporcionando un plan de alimentación totalmente personalizado y de acuerdo a tus necesidades, sino que también podrá ayudar a mantener el plan de alimentación por un tiempo prolongado y de tal manera se podrán obtener resultados positivos con base en los objetivos establecidos.

Si el objetivo principal es bajar de peso, incluso el simple hecho de implementar las características de alimentación tipo DASH favorece la pérdida de peso y de igual manera ayudará a reducir riesgos de desarrollar hipertensión y otras condiciones relacionadas a la salud. Por otra parte se ve beneficiado que el plan de alimentación DASH con un aporte reducido en calorías y un aumento de la actividad física mejora aún más los niveles de presión arterial.

Iniciar hoy el plan de alimentación DASH puede ayudar a prevenir y controlar la presión arterial alta, teniendo otros beneficios para la salud de su corazón, así como se puede utilizar para bajar de peso y a la vez cubrir con los requerimientos nutricionales necesarios para realizar  actividades diarias. Por último es importante mencionar que si toma medicamentos para controlar la HTA no deje de tomarlos, siga el plan de alimentación DASH y hable con su médico acerca de su tratamiento con medicamentos.


Bibliografía

Champagne CM. Dietary Interventions on Blood Pressure: The Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) Trials. 2006; 64 (2), 53–56.

Harnden HFL. Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) diet: applicability and acceptability to a UK population. Journal of Human Nutrition and Dietetics,2009; 23: 3–10.

Instituto Nacional de Salud Pública [INSP], ENSANUT 2012
Sitio web: http://ensanut.insp.mx/doctos/analiticos/HypertensionArterialAdultos.pdf

Sosa-Rosado JM. Non-pharmacologic treatment of arterial hypertension 2010; 71: 241-4.

European Society of Hypertension: European Society of Cardiology guidelines for the management of arterial hypertension 2003 (6): 1011-53.

American Heart Association. [AHA] Dietary Guidelines. A statement for healthcare professionals from the Nutrition Committee of the American Heart Association 2000 (102): 2284-99.

Norwalk, CT. DASH diet revisited. Take control of your heart health with simple dietary measures. Belvoir Media Group Country of Publication 2014 (8).
Morton S​. Consistency with the Dietary Approaches to Stop Hypertension Diet among Adults with Diabetes. Journal of the Academy of Nutrition & Dietetics​. 2012 ​(​11​)​: 1798.

Ejercicio: ¿Cuál, cuánto, cómo…?

Ejercicio: ¿Cuál, cuánto, cómo…?
Alejandro Lucero Treviño




Prácticamente todas las personas sabemos que hay que hacer ejercicio para asuntos de salud, bienestar, apariencia u otros más extraños, en casi todos lo medios hallamos mensajes en torno al ejercicio y la vida saludable, esto tiene sentido porque la evidencia científica en torno a los beneficios del ejercicio en la salud de prácticamente todas las personas está más que comprobado, por otro lado, es necesario decir que a la par se ha demostrado que los potenciales riesgos de la práctica del ejercicio son bajos para la mayoría. Paradójicamente, pocas personas saben el tipo, cantidad, intensidad, frecuencia etc. del ejercicio a realizar, esto es muy importante particularmente en las personas con alguna enfermedad o con factores de riesgo para desarrollarlas (como sobrepeso o hipertensión) pues en determinado momento es posible que el ejercicio no tenga efecto positivo y si los ponga en riesgo de lesión o enfermedad, esto claro si no es prescrito con precisión, igual que un medicamento.

En su más reciente pronunciamiento en torno a la calidad y cantidad de ejercicio que todas las personas deberíamos hacer para preservar y/o mejorar nuestra salud, el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM por sus iniciales en Inglés) recomienda realizar ejercicio un mínimo de 5 días de cada semana, idealmente todos los días y que cada sesión debe durar idealmente más de 30 minutos, este ejercicio debe ser considerado “más allá de las actividades de la vida cotidiana” . A primera vista, tal cantidad de ejercicio puede parecer exagerada, desafortunadamente, esta percepción se debe a que los mexicanos somos una de las sociedades más sedentarias del mundo (ouch!!!), tal cantidad de ejercicio nos parece una locura porque a nuestro alrededor muy poca gente “se mueve”, tanta actividad no es lo normal; la verdad es que la cantidad y frecuencia de ejercicio recomendada por el ACSM debe ser vista como un objetivo a lograr y no como un punto de partida, ejercitarse en menor cuantía tiene efectos benéficos pero no hay que conformarse!!



Existen muchos tipos de ejercicios, cada uno encaminado a mejorar uno o más aspectos de nuestro organismo y que a su vez pueden verse reflejados en aspectos cotidianos, de todos estos tipos los más recomendables son:
  • El ejercicio dinámico de moderada a alta intensidad, comprende modalidades como la bicicleta, la caminata, el trote, la carrera, las máquinas elípticas, las escaladoras y las remadoras, también algunas clases grupales de baile o zumba; estos ejercicios pueden hacerse de manera continua o a intervalos, lo adecuado es realizarlos entre 3 y 5 veces a la semana.
  • El ejercicio resistido, como las pesas, las camas de pilates, el uso de las bandas de resistencia, ejercicios con el propio peso etc. es recomendable es realizarlo 2 a 3 veces a la semana en días alternos (un día de descanso como mínimo entre cada sesión).
  • El ejercicio de coordinación o neuromotor como el realizado en sesiones de baile, o con equipos inestables, debemos realizarlo 2 a 3 veces a la semana
  • El ejercicio para el desarrollo de la flexibilidad, el cual debe implementarse de manera ideal cada dia, se logra a través de estiramientos estáticos o dinámicos.

La característica distintiva del ejercicio es la sistematización, es decir, que debe implementarse bajo principios fisiológicos y pedagógicos bastante bien establecidos; lo adecuado es iniciar con una serie de evaluaciones objetivas que servirán además de conocer el riesgo de lesión y/o enfermedad, para establecer su nivel de función y rendimiento. Los datos que arrojen las evaluaciones servirán entonces para planificar el programa de entrenamiento o macrociclo que no es otra cosa que un calendario de sesiones de entrenamiento (y descanso) en una secuencia y progresión específicas para obtener los resultados buscados, el plan de entrenamiento también debe incluir las evaluaciones parciales o de seguimiento para corroborar objetivamente los logros, para continuar o bien modificar el programa inicial, comparándolos con las evaluaciones previas. Figura 1


Fundamentación de Programas (5).jpg



Un plan de entrenamiento puede tener duraciones diversas acordes siempre a los objetivos, sin embargo es muy recomendable duraciones siempre superiores a las 12 semanas (en el ejercicio hay resultados, pero no magia).

Como se puede deducir por los párrafos anteriores, este asunto del ejercicio es más complejo de lo que uno podría pensar, es por eso que existen licenciaturas y posgrados en este tema, de manera que un profesional es siempre quien debe estar al frente de toda intervención de ejercicio; combinar tipos de ejercicio en una sesión, en días o semanas y establecer las intensidades de cada ejercicio de manera individualizada para lograr el o los objetivos deseados no es tarea fácil, ya ni decir de hacer cada sesión agradable y que fomente nuestro gusto por el ejercicio.




REFERENCIAS

  1. ACSM. Quantity and Quality of Exercise for Developing And Maintaining Cardiorespiratory, Musculoskeletal, and Neuromotor Fitness in Apparently Healthy Adults: Guidance for Prescribing Exercise. 2011. Disponible en: http://www.acsm.org/access-public-information/position-stands .
  2. ACSM. Exercise and Physical Activity for Older Adults. 2009. Disponible en http://www.acsm.org/access-public-information/position-stands .
  3. Issurin V B. New Horizons for the Methodology and Physiology of Training Periodization. Sports Med 2010;40(3) 189-206.
  4. O’Donovan G, Blazevich AJ, Boreham C et. al. The ABC of Physical Activity for Health: A consensus statement from the British Association of Sport and Exercise Sciences.