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sábado, 6 de diciembre de 2014

Lesiones de Tendón: un desafío para la medicina y para los pacientes

Alejandro Lucero Treviño

Con las lesiones de tendón, las personas habitualmente experimentan dolor con la actividad, hipersensibilidad en el sitio al tocarse, y una disminución en la capacidad para tolerar la tensión en la zona lastimada, lo que disminuye su fuerza.



Alrededor del 30% de las lesiones relacionadas con el deporte tienen al menos un elemento de lesión o problema de tendón (tendinopatía) y esto variará de acuerdo a la disciplina que se trate, por ejemplo los voleibolistas y basquetbolistas presentan tendinopatía rotuliana (“rodilla del saltador”), los corredores en el tendón de aquiles y los deportistas de raqueta en el codo. Pero este problema no se limita a los deportistas, personas que no realizan ejercicio también las padecen, particularmente las personas con enfermedades crónicas como diabetes y obesidad en quienes es común diagnosticar tendinopatías aquíleas y del hombro y ésta última es tan frecuente como 40% en las personas mayores de 60 años.

Las lesiones de tendón se relacionan con factores propios de la persona que las presenta o bien con factores extrínsecos. Las alteraciones en la alineación de las extremidades, errores en la técnica de ejecución, falta de flexibilidad, debilidad de ciertos grupos musculares y laxitud articular son factores intrínsecos que se han relacionado con las tendinopatías. El factor extrínseco más frecuentemente relacionado con las lesiones de tendón es la sobrecarga de tensión excesiva, ya sea momentánea o repetitiva, ante estas sobrecargas el tendón responde inflamádose o bien sufriendo cambios degenerativos. Desafortunadamente todo lo mencionado son sólo factores, la causa última de la tendinopatía es un misterio médico, aun cuando se ha realizado muchísima investigación al respecto.

Esta falta de conclusiones en la investigación científica en torno al origen de las lesiones del tendón es en gran medida la limitante de los resultados en el tratamiento de las tendinopatías: solo entre el 30 y el 40% de todas las las personas que tienen una lesión de tendón tendrán resultados terapéuticos satisfactorios o excelentes, el restante optará por cirugía o a una vida con dolor. Por si esto no fuera suficiente, las lesiones de tendón no se curan espontáneamente, sino que la degeneración y el empeoramiento de los síntomas son la regla.




Ante este no muy positivo escenario, pacientes y profesionales de la salud deben trabajar en conjunto para encontrar la mejor opción de tratamiento; como todo lo relacionado con las lesiones, el primer paso es encontrar a la persona que establezca un diagnóstico, para ello además de una historia del dolor, un examen minucioso para buscar factores de riesgo (que ya mencioné antes), el médico debe correlacionar sus hallazgos con un estudio de imagen (ultrasonido o resonancia magnética), esto último para conocer el grado de degeneración de la tendinopatía, pues tristemente si ésta se encuentra en estado avanzado es muy poco probable que responda a medidas conservadoras, haciendo necesaria una intervención quirúrgica, para posteriormente ingresar a un programa de rehabilitación. Adicionalmente, en el deportista se ha comprobado la utilidad de la evaluación de los patrones de salto y aterrizaje en video de alta velocidad  para su corrección dentro del plan de tratamiento.

Una de las razones por las cuales existen tantos fracasos en los tratamientos para las lesiones de tendón, es la baja capacidad que tiene este tejido para repararse y para ser estimulado (la meta de un tratamiento), estudios han constatado que tras un año de seguimiento luego de una lesión persisten datos de alteraciones en el tendón y que aún muchos años después, no se recuperan las características normales del tejido tendinoso lesionado!!!. Ahora se sabe que las células del tendón responden (-si a esa lentitud se le puede llamar respuesta-) casi exclusivamente a estímulos mecánicos y la torsión es el que mejores resultados ha dado, para ello diferentes técnicas manuales, aparatos y ejercicios se han empleado con resultados alentadores. En conjunto con estas intervenciones deben implementarse otras para corregir los factores relacionados (tercer párrafo) y medidas nutrimentales que han probado ser efectivas en el control de los síntomas de las lesiones de tendón, particularmente en personas con sobrepeso y diabetes.

Los tratamientos para las lesiones de tendón son un reto para la dupla paciente-personal de salud, los resultados positivos pero limitados, sin embargo, siguiendo una serie de pasos, paciencia, motivación y haciendo objetivos y comprensibles los resultados y tiempos del tratamiento, en muchos de los casos es posible progresar hacia la mejoría.





Referencias

  • Battery L, Maffulli N. Inflammation in Overuse Tendon Injuries. Sports Med Arthrosc Rev. 2011 19(3:) 213-217
  • Murtaugh B, Ihm JM. Eccentric Training for the Treatment of Tendinopathies. Curr Sport Med Rep 2013 12 (3): 175-182.
  • Sharma P, Maffulli N, Biology of tendon injury: healing, modeling and remodeling. Musculoskelet Neuronal Interact 2006; 6(2):181-190.
  • Wang JHC, Iosifidis MI,Fu FH. Biomechanical Basis for Tendinopathy. Clin Orthop and Rel Res 2006 Número 443: 320–332.

Viviendo con y sin Suplementos Nutricionales

Por: Erika Campos Díaz
Si actualmente analizamos la alimentación de la población, podemos darnos cuenta que ya no basta considerar únicamente el consumo de los alimentos, sino que se deben tener presentes otras opciones cuando los requerimientos de nutrientes son elevados, tales como los suplementos nutricionales, los cuales muchas veces son utilizados para complementar la dieta, sin mayor respaldo científico que justifique su uso.





De acuerdo con la FDA ( Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos de América) los suplementos son todos aquellos productos que incluyen vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas y en ocasiones otras sustancias como hierbas, productos botánicos y extractos de animales con el fin de proveer nutrientes que pueden encontrarse en bajos niveles debido a los inadecuados hábitos alimentarios de la población. El consumo de suplementos nutricionales prescritos adecuadamente puede ayudar a garantizar que tengamos una ingesta adecuada de nutrientes esenciales de acuerdo a la Ingesta Diaria Recomendada (IDR) e incluso pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer algún tipo de enfermedad.



        En el año de 1994 en EE. UU. el Presidente Bill Clinton firmó la Ley de Educación para la Salud de los Suplementos Dietéticos (DSHEA) con el fin de ayudar a establecer un marco regulatorio para declaraciones de etiquetado y creó un mecanismo para hacer frente a los problemas de seguridad. En el cual define a los suplementos como productos administrados oralmente que contienen uno o varios ingredientes nutricionales o dietéticos con el objetivo de complementar la dieta, por tal motivo es necesario saber que los suplementos no deberían reemplazar el consumo de alimentos ya que la biodisponibilidad de los nutrientes que podemos encontrar en los diversos alimentos ayudarán a optimizar el proceso de la alimentación. Desafortunadamente en nuestro país no existe legislación suficiente que regule la producción y comercialización de este tipo de productos, poniendo en riesgo a toda la población

      Se han realizado diversos estudios científicos acerca de la utilización de suplementos alimenticios encontrando que no todos aseguran la calidad del producto, es por eso que es necesario estudiarlos más a fondo para determinar que el producto es seguro para su consumo, ya que en ocasiones las personas erróneamente llegan a utilizar los suplementos nutricionales con el objetivo de curar, tratar o prevenir enfermedades,  debido a que la mercadotecnia de algunos productos establece afirmaciones tales como “Reduce el dolor de la artritis” , “Sirve para el tratamiento de enfermedades cardíacas”,  Una “cura para todo” rápida y eficaz,  “Totalmente seguro” o “no produce efectos secundarios” entre muchas otras, olvidando que dichas funciones únicamente las pueden realizar los medicamentos.



También hay que tomar en cuenta que existe la posibilidad de que su uso pueda llegar a ser peligroso, si se llega a  prolongar la suplementación podría traer consecuencias nocivas a la salud ya que contienen ingredientes activos que producen fuertes efectos biológicos en el cuerpo. Por tal, motivo se recomienda no combinar dos o más suplementos, usar medicamentos con suplementos, reemplazar medicamentos recetados por suplementos, excederse en la cantidad de algunos suplementos principalmente vitamina A, vitamina D y hierro.

En la actualidad el uso de suplementos ha aumentado debido a que pueden proporcionar uno o más de los siguientes beneficios: mejora del sistema inmune, incremento de la masa muscular, disminución de grasa corporal, recuperación más rápida al realizar actividad física de intensidad alta, tratamiento de lesiones, etc. Como ya se mencionó los suplementos son adicionales a nuestra alimentación diaria y pueden no ser necesarios si existe una ingesta equilibrada de los nutrientes necesarios. La mayoría de los suplementos se clasifican principalmente en 4 grupos:


  • Suplementos dietéticos: Son productos que contienen valores nutritivos que se hallan normalmente en los alimentos. (multivitaminicos, calcio, hierro, vitamina D). Su principal uso es compensar la falta de nutrientes en la alimentación, también pueden pueden ser utilizados para ayudar a satisfacer las demandas de los deportistas especialmente en épocas de entrenamiento excesivo, enfermedad o lesión.


  • Suplementos deportivos: Son productos que satisfacen las necesidades fisiológicas y nutritivas para optimizar el rendimiento deportivo. (bebidas, gelatinas o tabletas deportivas) su principal uso es complementar la alimentación para cubrir los requerimientos nutricionales de los deportistas.


  • Auxiliares ergogénicos: Se refiere a elementos que “mejoran el funcionamiento” y contienen nutrientes en cantidades que son superiores a las IDR ( L- Carnitina, Creatina, Cafeína, Bicarbonato).


  • Suplementos botánicos: Son preparados con partes de plantas (corteza, hojas, flores, frutos, tallo y raíz) extractos y aceites esenciales. La FDA clasifica a los suplementos botánicos como “no medicamentos”. Por lo tanto, la FDA no regula los suplementos botánicos, como sí lo hace con los medicamentos recetados. Esto significa que la calidad y potencia de los suplementos botánicos puede variar mucho entre marcas. Por ley, los suplementos pueden ser vendidos legalmente, siempre que no pretendan asegurar la buena salud ni digan que curan una enfermedad.

Como lo menciona la FDA hay que ser conscientes respecto al uso de suplementos botánicos ya que estos pueden realizar alguna interacción con algún medicamento en particular por ejemplo:
  1. El Ajo si se toma regularmente puede aumentar el poder anticoagulante de la aspirina.
  2. La Hierba de San Juan puede mezclarse con antidepresivos recetados e incrementar el efecto de la medicación.
  3. El Ginkgo Biloba con algún producto con función diurética, puede provocar un aumento de la presión sanguínea.


Antes de tomar decisiones sobre si debe tomar o no un suplemento, consulte a un Especialista de la Salud, de preferencia un Nutriólogo, ya que ellos le proporcionarán información que respalde las afirmaciones del producto de interés, información sobre la seguridad y eficacia de los ingredientes, posibles efectos adversos o casos ocurridos a los consumidores que usaron el producto. Un profesional de la nutrición puede ayudarle a lograr cubrir de manera adecuada los requerimientos nutricionales sin comprometer su estado de salud.









Referencias
-Food and Drug Administrations (FDA) ,U.S. Departament of Healthy and human services.


-Robert P. Heaney, Stephen Kopecky, Kevin C. Maki, John Hatchcock,Douglas Mackay.. A review of calcium Supplements and cardiovascular disease risk. Advances in Nutrition, An international Review Journal.. 2012: 763-771.


-Broad Elizabeth, Claire Bodger, Stuart Gallaway.. Dietary Carnitine intake and carnitine status in endurance-trained males. Nutrition and Dietetics. 2006: 148-154.


-Martínez Sanz, J.M, Urdamipilleta, A.Necesidades nutricionales y planificación dietética de deportes de fuerza.. European Journal of Human Movement. 2012; 29: 95-114.


- Filippo Macalusso, Rosario Barone, Patricia Catanese.. Do fat supplements increse physical performance?. Nutrients. 2013; 25:  509-524.


-Salaan Kanji, Dugald Seely, Falemeh Yazdi. Interactions of commonly used dietary supplements with cardiovascular drugs: A systematic Review. Kanji et. al. Systematic Reviews. 2012: 1-26.


-Vazquez Morales Andrea, Carmina Wanden Berghe y Javier Sanz-Valero.  Ejercicio Físico y Suplementos nutricionales, efectos de su uso combinado en las personas mayores de 65 años, una revisión sistemática.. Nutrición Hospitalaria. 2013; 28: 1077-1084.


-Bill J. Gurley. Pharmacokinetic Herb-Drug interactions (part 1) Origins, mechanisms, and the impact of botanical dietary suppleents. Planta med. 2012; 78: 1478-1489.


-Seung-Kwon Myung, Woong Ju, Belong Cho.. Efficacy of vitamin and atioxidant supplements in prevention of cardiovascular disease Systematic review and meta analysis of randomised controled trials.. BMJ. 2013; 346: 1-22.


-Ali Abdel- Rahman, Njuem Anyangur. The safety and regulation of natural products used foods and food ingredients. Toxicological Sciences: 333-348.


-Gonzáles Gallego, G. Garrido Pastor, J. Mataix Verdú, J. Villegas García y J. Villa Vicente Nutrición y ayudas ergogénicas en el deporte. Arch. Medicina del Deporte,1988.